Virus Rage pertenece a una clase de juegos poco común: un shooter de acción con temática médica: el jugador tiene el control de una diminuta jeringa hipodérmica, que maniobra dentro de los confines de una cuadrícula microscópica de células. El problema: tu pobre paciente sufre una infección vírica que, además, está mutando rápidamente. La solución: acabar con los agentes contaminantes destruyendo los núcleos activos de cada nivel.
Estos núcleos están rodeados de células víricas vivas que se multiplican rápidamente, y tu jeringuilla puede disparar bolitas que las conviertan en muertas; apagas un núcleo activo extinguiendo todas las células vivas que lo rodean. Sin embargo, hay una pega: si accidentalmente disparas directamente al núcleo, matarás al paciente. . . con una espeluznante animación que le derrite la cara. Los virus contraatacan con cepas mutadas, que merodean reviviendo células víricas (y matando al jugador al contacto); también hay núcleos inactivos que los enemigos pueden despertar a un estado activo. Los núcleos también pueden lanzar esporas nocivas que buscan a nuestro entrometido médico con intención letal.
Una vez eliminada la enfermedad, te vas a desinfectar un nuevo local. El juego lleva la cuenta de las 15 puntuaciones más altas, y cuenta con un modo Práctica para los practicantes menos experimentados.
